Todos nuestros pensamientos, sentimientos, y emociones están reflejadas en el aura, al igual que la energía que atraemos de nuestro entorno.
En nuestro ambiente y forma de vida hay muchas energías que interactúan con nosotros, algunas son de luz, otras, no armónicas o negativas.
En nuestra vida cotidiana estamos en contacto permanente con todo tipo de energías negativas o no deseables:
Las emociones negativas, el miedo, la ira, la desesperación, las preocupaciones, la situación económica, la baja autoestima, la depresión, los celos, la envidia etc. hacen que nuestra vibración baje en nuestra aura y ello conlleva atraer energías de la misma vibración, lo que hace que alguien que tiene una vibración baja, atraiga energías bajas, o del bajo Astral.
Los pensamientos negativos de baja vibración, son quizá la peor forma de tratar nuestro aura, debemos estar muy atentos a ellos.
La televisión, las redes sociales con noticias sensacionalistas y pesimistas, las personas negativas, ambientes cargados como: metro autobús, discotecas, hospitales, y las discusiones solo hacen que el miedo y la ira se instalen en nosotros y esa emoción paralizadora contrae el aura de una manera paulatina que hace que día a día, nos genere una sensación de malestar físico, de insatisfacción y desasosiego, que no sabemos muy bien de donde viene.
Llegados a éste punto, al no estar debidamente protegidos en nuestro campo energético ya debilitado, se crean fisuras en el campo aurico.
De éste modo estamos dejando libre paso a las energías negativas y del bajo astral para que se nutran de esas emociones que están en en nosotros.
Siendo en este momento cuando los ataques energéticos procedentes de otras personas negativas, pueden hacer blanco en nosotros y en nuestro entorno (casa, coche, lugar de trabajo, etc).
Los síntomas: (descartando por supuesto, las razones físicas previa visita a un Médico)
- Estar cansados todo el tiempo, bostezos continuados
- Despertarnos a media noche con sobresalto, sin razón alguna.
- Despertarnos y no podernos mover (paralización angustiosa)
- Tener la sensación de que somos observados, aún estando solos.
- Sentir arrebatos de ira, celos, miedo, desmesurados, como si no fueran nuestros. (no nos reconocemos)
- Criticar de forma desmesurada a todos y a todo.
- Palidez exagerada.
- Debilidad en el cabello y uñas sin motivo aparente (previa visita al médico y haber descartado nada físico para ello).
- Ver sombras que desaparecen rápidamente, o que corren.
- Oir que nos llaman
- Perder cosas en casa, que luego aparecen sin explicación.
- No soportar de repente a alguien sin razón alguna.
- Mal olor repentino que luego desaparece.
- Apatía y sentir que ya nada tiene sentido.
- Desesperarse por cualquier cosa
- Discutir con todo el mundo sin razón aparente.
- Tener pesadillas muy a menudo
- No soportar la risa, los niños, los animales, la bondad, el amor.
- Discusiones diarias en la casa que antes no había.
- Roturas continuadas de electrodomésticos, bombillas, grifos, baño etc.
- La casa ésta más fría de lo habitual, y no te gusta pasar ya tiempo en ella
- Tener el convencimiento de que algo no va bien en nosotros, ideas, pensamientos negativos de nosotros y respecto a otros.
Estos y otros muchos más síntomas podemos sufrirlos durante unos días o por más tiempo.
Pero no debemos alarmarnos, la Luz, el Amor y los pensamientos de bondad y compasión son el mejor antídoto para los ataques energéticos ya sean por envidias y malos sentimientos hacia nosotros, por trabajos de magia, o por entidades del bajo astral que han logrado entrar en nuestro campo aurico. Y no debemos olvidar limpiar nuestra aura como nuestro cuerpo físico.
En próximas entradas os daré algunas pautas para que proteger vuestro entorno y a vosotros mismos.
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